¿Morderse las uñas afecta a los dientes?

Dejar de comerse las uñas

¿Morderse las uñas afecta a los dientes?

Morderse las uñas, también conocido como onicofagia, es un hábito nervioso que afecta a millones de personas en todo el mundo. A menudo es visto como una respuesta al estrés, la ansiedad o incluso el aburrimiento, pero rara vez se piensa en las consecuencias negativas que puede tener, tanto en la salud general como en la apariencia estética de la boca. Este hábito, aparentemente inofensivo, puede ocasionar problemas dentales y bucales serios, afectando tanto la salud como la imagen de quien lo practica.

 

Desgaste dental por comerse las uñas

Uno de los problemas más inmediatos que produce el hábito de morderse las uñas es el desgaste de los dientes. Los dientes están diseñados para masticar alimentos, no para ejercer presión constante sobre materiales duros como las uñas. Con el tiempo, el contacto repetido de los dientes con las uñas puede desgastar el esmalte dental, que es la capa protectora externa de los dientes.

 

El desgaste del esmalte puede dejar los dientes más vulnerables a problemas como la sensibilidad dental. Las personas que se muerden las uñas suelen experimentar dolor al consumir alimentos o bebidas calientes, frías o incluso dulces, debido a la exposición de las capas más profundas del diente.

 

Además, el desgaste desigual puede alterar la forma de los dientes, haciéndolos parecer más cortos o con bordes irregulares, lo que afecta directamente la estética de la sonrisa.

 

Daño en las encías y en los tejidos blandos

El hábito de morderse las uñas no solo afecta a los dientes, sino que también puede causar lesiones en las encías y los tejidos blandos de la boca. Las uñas, al ser duras y tener bordes afilados, pueden causar pequeñas heridas o irritaciones en las encías y en las paredes internas de las mejillas. Estas lesiones pueden llevar a infecciones, ya que las uñas, en general, suelen estar contaminadas con bacterias y otros microorganismos.

 

Estas pequeñas heridas pueden tardar más en cicatrizar si se sigue con el hábito de morderse las uñas, lo que aumenta el riesgo de infecciones periodontales (como la gingivitis o la periodontitis). En casos graves, las infecciones pueden causar inflamación, dolor e incluso la pérdida de dientes si no se tratan adecuadamente.

 

Incremento del riesgo de infecciones bucales

Las uñas suelen albergar una gran cantidad de bacterias, hongos y otros gérmenes debido al contacto constante con superficies y objetos cotidianos. Cuando una persona se muerde las uñas, está transfiriendo estos microorganismos directamente a su boca, lo que aumenta significativamente el riesgo de desarrollar infecciones bucales.

 

Entre las infecciones más comunes están las infecciones por hongos y bacterias que pueden afectar la cavidad bucal, incluyendo la lengua, las encías y las paredes internas de las mejillas. Además, algunas de estas bacterias pueden ser las causantes de infecciones más graves, como abscesos dentales o infecciones en las encías, que requieren intervención médica urgente.

 

Problemas con la alineación de los dientes

Morderse las uñas también puede afectar la alineación de los dientes. Al ejercer presión constante sobre los dientes delanteros (generalmente los incisivos), estos pueden moverse de su posición natural, provocando un desalineamiento dental o una maloclusión (mordida incorrecta). Esto no solo afecta la apariencia estética de la sonrisa, sino que también puede causar problemas funcionales, como dificultad para masticar adecuadamente.

 

Las personas que usan brackets u otro tipo de ortodoncia deben tener especial cuidado, ya que morderse las uñas puede interferir con el tratamiento, haciendo que los dientes no se alineen correctamente o que los aparatos se dañen.

 

Impacto en la estética de la sonrisa

Más allá de los problemas de salud bucal, morderse las uñas tiene un impacto estético significativo. El desgaste dental, las fracturas en los bordes de los dientes y el movimiento de las piezas dentales pueden hacer que la sonrisa se vea menos atractiva. Los dientes pueden lucir más cortos, desiguales o incluso amarillos si el esmalte se desgasta, exponiendo la dentina que se encuentra debajo.

 

Además, si las encías se ven afectadas, pueden retraerse, dejando expuestas las raíces dentales, lo que no solo afecta la estética, sino también la salud general de la boca.

 

Cómo dejar de morderse las uñas

Dejar el hábito de morderse las uñas no es fácil, especialmente si ha estado presente durante mucho tiempo. Sin embargo, hay algunas estrategias que pueden ayudar:

 

  1. Mantener las uñas cortas: Si las uñas están bien recortadas, habrá menos superficie que morder, lo que puede ayudar a reducir el hábito.
  2. Usar esmaltes amargos: Existen esmaltes especialmente diseñados para evitar que las personas se muerdan las uñas. Tienen un sabor amargo que desalienta la acción de llevar las manos a la boca.
  3. Buscar alternativas saludables: Masticar chicles sin azúcar puede ayudar a las personas a evitar morderse las uñas, ofreciendo una alternativa que no dañe los dientes.
  4. Tratamiento para la ansiedad o el estrés: Si el hábito está relacionado con la ansiedad, buscar ayuda psicológica o practicar técnicas de relajación puede ser útil.

 

Morderse las uñas puede parecer un hábito inofensivo, pero las consecuencias para la salud y la estética bucal pueden ser significativas. Desde el desgaste dental hasta las infecciones y el desalineamiento de los dientes, este hábito puede impactar seriamente la calidad de vida de una persona. Por eso, es importante tomar medidas para dejarlo y cuidar de la salud bucal. Una sonrisa saludable no solo es importante para la estética, sino también para el bienestar general.

 

Para más información sobre el mal hábito de morderse las uñas y el impacto dental, no dudes en contactar con Micale Clínica Dental.

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